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martes, 10 de agosto de 2010

5ª etapa Saint Etienne de Baigorry-Saint Jean Pied de Port

Día 17 de Septiembre de 2003, Miércoles



Distancia: 19.4 km

Ascenso total: 891 m

Descenso total: 907 m

Valoración: 5.5


 
Esta noche me han comido los mosquitos, aunque el gîte es fenómeno, hemos tenido las ventanas abiertas y ha entrado toda la fauna. Salimos de Saint Etienne atravesando todo el pueblo por la calle principal hasta cruzar por debajo de la vía ferrea por una pista asfaltada. Mark ha salido con nosotros pero cuando llevamos una hora de marcha Mark se vuelve a Saint Etienne, se encuentra muy cansado y con el peso que lleva, ha decidido hacer la ruta en coche y descansar un par de días a recuperar fuerzas.

 Después de ascender por un sendero muy cargado de helechos, alcanzamos una nueva pista que tomamos a la derecha bordeando el pico del Oylarandoy (993 m). hasta llegar al cruce en el collado d’Aharza. Por una pista seguimos ascendiendo tras un rebaño de ovejas después de charlar un rato con los pastores hasta alcanzar un nuevo collado, el de Urdunzia, donde hacemos un descanso, al lado de la cruz situada en el col, tumbados en la hierba. Comemos algo mientras observamos el Monhoa la ascensión que tenemos que hacer a continuación. Partimos lentamente pues vamos muy bien de hora y tampoco queremos llegar excesivamente pronto al final de etapa.

El camino de subida es bonito y relajante y la pendiente es suave, por lo que alcanzamos la cima fácilmente, hace un bonito día y el sol brilla en el cielo, por lo que volvemos a hacer un alto, tumbados e la hierba, me quito la camisa y tomo el sol, no tenemos prisa. Por la cara este vemos gente subiendo, así que esperamos hasta que hagan cima, cosa que al poco tiempo consiguen, un chaval americano y una chica brasileña, hubiera sido un buen compañero para charlar con Mark, pero no ha podido ser. Descendemos por la cara este, al principio con mucha pendiente hasta pasar el roquedo de Béharria y alcanzar la zona denominada: tres abrevaderos, el nombre lo dice todo. La pendiente se suaviza, alcanzando una pista que en zigzag llega hasta una pequeña carretera que nos lleva hasta la pequeña localidad de Lasse.

El calor es axfisiante y tomamos una cerveza en uno de los bares, muy típico por cierto, pero vasco, no falla. Por otra carretera llegamos hasta Saint Jean Pied-de-port. Buscamos el gîte, que encontramos enseguida, un poco más cutre que los anteriores, a Pepe no le gustó, así que fue por su furgoneta que tenía aparcada en la estación de ferrocarril, dice que va a dormir en ella, puede hacerlo porque la tiene acondicionada. Yo decido quedarme en el gîte, solamente hay dos chicas que han terminado su andadura por el gr 65, el Camino de Santiago que han hecho desde Moissac, y se vuelven a París, su lugar de residencia. Me doy una ducha y salimos a dar una vuelta por la ciudad, muy bonita por cierto, aquí confluyen el gr 10 con el gr 65 por lo que hay muchos peregrinos que comienzan su viaje hasta Santiago, deambulan por sus calles, de pronto vemos a Mark, que se alegra mucho de vernos, tomamos unas cervezas y charlamos, pues él mañana descansa y ya no volveremos a vernos, así que nos despedimos después de cenar juntos en un buen restaurante. Ya de noche, volvemos al gîte, Pepe se va a su furgoneta. En el gîte a llegado un chico que hace cicloturismo, charlo un poco con las chicas francesas y enseguida me quedo dormido. Mañana, salgo solo, Pepe se queda a descansar y me recogerá en Esterencuby con la furgoneta para volver a Mérida.



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