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viernes, 13 de agosto de 2010

16ª B (Variante) Refugio de Bayssellance-Gîte d'ètape de Saugué

18 de Septiembre de 2005




Distancia: 25 km.

Ascenso total: 900 m.

Descenso total: 2.004 m.

Altura máxima: 2.639 m.

Altura mínima: 1.382 m.

Valoración: 8,5

Tiempo de marcha 8 h. 45 m.



La noche ha sido terrible, el viento azotaba el refugio como si fuera de juguete, pero las sesenta almas que había en el, cada uno en su saco respiraban tranquilamente por no tener que estar fuera. Por la mañana hemos tomado el desayuno a las 7:30, otros lo han hecho a las 6:30 pero nosotros no tenemos prisa así que hemos elegido el segundo turno. Los del primer turno, la mayoría iban a realizar ascensiones: Petit Vignemale, Pique Longue o Vignemale. Nosotros después de un buen tazón de chocolate, mantequilla y mermelada casera con varios tipos de pan y ciruelas pasas hemos vuelto a subir a la Hourquette pues ha amanecido un día espléndido y queríamos ver los picos desde la portilla. Terminamos de hacer algunas fotos y volvimos a Bayssellance para comenzar a descender. Desde el refugio buenas vistas de la Brecha de Rolando y las Tres Sorores a su izquierda. Sobre las 8:45 hemos cargado con las mochilas y hemos comenzado el largo descenso bordeando la arista del Petit Vignemale, a su espalda el Montferrat y en medio encontramos el Glaciar de Ossoue, descendiendo un poco mas llegamos a las grutas Bellevue, que pueden servir de abrigo antes de llegar al refugio en las ascensiones desde Gavarnie.


El Barranco de Ossoue es muy profundo y los descensos son vertiginosos, algunos pasos bastante aéreos, hasta alcanzar las Oulettes d’Ossoue que ya veíamos en el descenso, cruzamos un pequeño puente de entrada de agua al lago y lo bordeamos por la izquierda, hasta alcanzar el refugio, a su altura volvemos a cruzar el rió a la salida del lago y comenzamos a ascender por su margen derecha hasta alcanzar el Valle de la Canau, atravesando la pasarela, si volvemos la vista atrás vemos todo el macizo del Vignemale y muy pequeño el refugio de Bayssellance.






















Seguimos contorneando la montaña dejando el Valle d’Ossoue a la izquierda, frente a nosotros, al otro lado del valle el Soum Blanc de Secugnat que hace un efecto especial sobre las nubes que tratan de envolverlo como una bufanda.
Llegamos al Valle de Saussé Dessus y la cabaña del mismo nombre, y una buena sentada a descansar y a disfrutar de las vistas que tenemos desde aquí. Continuamos descendiendo por una zona mas pronunciada hasta llegar a las praderas de Holle y su chalet-refugio del C.A.F. con muy buena pinta, aunque ya en la civilización pues una carretera llega hasta él y un gran parking, también nos indica que los fines de semana debe de completarse, remontes a la derecha, cruzamos la carretera y nos apartamos del camino para descender a Gavarnie, tenemos que comprar algo para la cena pues el gîte d’etape de Saugué solo es para dormir, así que nos tendremos que apañar algo para cenar, de todas formas así conoceriamos la localidad que al ser domingo se encontraba a tope de gente, un montón de autobuses, al fondo de la calle principal, el Circo de Gavarnie, con las Tres Sorores de frente a la derecha el espaldar del Marboré, el Tour, el Casque y la brecha de Rolando, a su izquierda el Marboré y Les Astazous.
Tomamos un aperitivo y enseguida volvemos a ascender hasta el refugio de Holle para retomar el camino del gr10 descendiendo hasta el pont de Saint-Savin y tomando el sendero de Gepetto a media ladera que contornea el soum de Canaus para girar al norte dirección del Plateau de Saugué donde se encuentra nuestro alojamiento, pero antes vista atrás del majestuoso circo de Gavarnie. Las edificaciones del plano de Saugué son todas iguales y que eran antiguos establos que actualmente la gente compra como alojamientos para verano, durante el invierno no vive nadie en el plano, el frío debe de ser terrible.
Llegamos al gîte, muy bonito y acogedor, la señora nos esperaba, pero enseguida se marchó y nos quedamos solos en él, una buena ducha, y encendimos la chimenea, el frío era intenso y con la chimenea pudimos cenar a gusto: un buen bocadillo de salchichón y queso con unas ensaladas y fruta, después de un rato de charla subimos a la parte superior donde se encontraba el dormitorio.

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