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sábado, 21 de agosto de 2010

31ª etapa Auzt-Siguer

6 de Septiembre de 2008



Distancia: 15,14 km.

Ascenso total: 818 m.

Descenso total: 813 m.

Altura máxima: 1.558 m.

Altura mínima: 746 m.

Valoración: 6,5

Tiempo de marcha 6h. 20 m.



Complicada la llegada hasta Auzat, ayer partimos de Mérida a las 8:30 h. hasta la Seu d’Urgell a la que llegamos a las 18:30 h. aparcamos el coche en una de las calles cercanas a la estación de autobuses donde cogimos un autobús a las 19:00 h. con destino a Puigcerdá. Junto a la estación de ferrocarril de Puigcerdá aparcó el autobús, allí se encuentra el Hostal Estació donde hemos pernoctado. Por la mañana hemos partido hacia Latour de Carol en un autobús vacío que hacia un viaje desde Latour de Carol hacia España y a las 9:21 hemos cogido un tren en Latour de Carol que nos ha llevado a Tarascón sur Ariège, hemos llegado a las 10:49 h. En la oficina de turismo nos informan que ya no circulan autobuses hasta Auzat, solamente los viernes, hoy es sábado por lo que la señora de la oficina de turismo nos llama a un taxi que por 25 € nos lleva a Auzat. Una odisea, pero es la única forma. Nos hemos pertrechado bien, el cielo está encapotado y amenaza lluvia, partimos a las 12:15 horas y a pocos metros de empezar a caminar comienza a llover. Tomamos la carretera D 108 que se dirige a Arties, pero nada mas cruzar el río tomamos un camino a la izquierda, camino empedrado que se dirige a Olvier, ascendemos suavemente, la lluvia penetra entre las ramas de los árboles, a la entrada del pueblo hay un manzano cargado de manzanas, Ángel coge un par de ellas y las vamos comiendo por el camino. Cruzamos Olvier y hacemos una parada a la salida junto a la Font d’Aici Naut por si dejara de llover, pero el cielo se encuentra muy cerrado así que decidimos continuar bajo la lluvia. El camino continúa en ascenso hasta llegar a Goulier y las marcas del gr 10.
Nos habían dicho que el gîte d’ètape estaba cerrado pero hay uno excelente junto a un hotel rural. Pasamos de largo, salimos por el “chemin des mineurs” o “chemin de Resoul” para ascender hasta el col de Resoul, deja de llover, hacemos una parada y comemos algo, las vacas pacen en el collado y en la falda del Pic de Resoul.
 Al terminar el descanso, seguimos por un sendero que circula por encima de una pista forestal hasta llegar al col de l’Esquerus, y después de bajar a la pista hasta el col de Greil, donde han construido un magnifico refugio, de momento cerrado pero que imagino abrirán en breve.
Hacemos una parada bajo el porche donde nos protegemos de la lluvia y volvemos a descansar. Continuamos dejando la créete d’Esplas a la derecha, pasando a la derecha de la cresta por el col de Lercoul, dejando a la izquierda el Pic de Ganchet. Descendemos en dirección noreste, algunos nogales entre la vegetación. Al alcanzar una pista, descendemos por ella hasta la carretera que se dirige a Lercoul, que cruzamos para entrar en la población.
 Llueve copiosamente, vamos empapados, esperamos que el cubre mochila produzca el efecto deseado y el equipaje del interior se haya mantenido seco, paramos un momento en la pequeña plaza, bebemos en su fuente y leemos los nombres de los ciudadanos franceses de la población muertos en la gran guerra. Salimos descendiendo por un bosque hasta una pradera donde seguimos por la carretera hasta las casas de Seuillac a pocos metros del final de etapa, enseguida llegamos a Siguer después de cruzar un puente sobre un arroyo. Un paisano nos informa donde podemos pasar la noche, venimos con la idea de dormir en la sala de fiestas del pueblo según nos indica la guía, hay un “ Petit gîte” que gestiona Fabreze con cuatro camas pero hoy lo tiene cerrado pues es su aniversario, nos lleva a la sala de fiestas donde hay dos literas de tres camas, las cuatro de abajo ya están ocupadas: dos chicas jóvenes por un lado y un matrimonio de edad mediana por otro. Ángel se sube a la litera de arriba, yo prefiero utilizar el aislante y el saco y dormir en el suelo. Fabreze nos prepara la cena para las 19:30 h.
Llega otro matrimonio francés por lo que Fabreze tiene que reabrir el Petit gîte pues no cogemos todos. Nos quitamos la ropa y la ponemos a secar, las mochilas han resistido a la lluvia, nos cambiamos de ropa y asistimos a la cena, los dos matrimonios franceses también, la mujer y el hijo de Fabreze y una amiga de la familia. Ambiente agradable durante la cena, el marido del matrimonio que duerme en la sala de fiestas se llama Michel y se dedica a la seguridad informática, trabaja para empresas estatales y da conferencias por Francia y algunos países europeos. Fabreze invita unas botellas de vino de Cahors por ser su aniversario y al finalizar la sobremesa todo el mundo a dormir que la ruta de mañana es larga y dura.

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