Vistas de página en total

miércoles, 11 de agosto de 2010

9ª etapa-Logibar-Ste. Engrace

7 de Septiembre de 2004




Distancia: 30.8 km.

Ascenso total: 1.159 m.

Descenso total: 1.057 m.

Altura máxima: 1.365 m.

Altura mínima: 415 m.

Valoración: 8,5



Hemos partido bajo la lluvia después de desayunar en el gîte, unos cafés y unos cola caos con unas tostadas con mantequilla y mermelada, un poco escaso como la cena. Hemos decidido tomar la variante del gr10 para pasar por la Pasarela de Holzarté, un puente colgante de 70 m de largo, 1,5 m de ancho y 135 m de altitud.



Hemos colocado nuestros cubre mochilas y nos hemos equipado con las parcas para intentar protegernos del agua. Este era el antiguo trazado del gr10 pero la pasarela es privada, pertenece a la Comisión Sindícale du pays de Soule y a veces en época de caza, la cierran al público, así que decidieron dar otro itinerario al gr10, más corto pero menos interesante que este. Comenzamos remontando la ribera derecha del torrente y comenzamos inmediatamente a subir por un bonito sendero muy pateado por la gente que viene a visitar la pasarela. A los 45 minutos, la vemos, es impresionante, a pesar de la lluvia que nos cae cada vez con más fuerza. Al cruzar el puente se mueve con nuestro peso, pero fue una buena experiencia. Continuamos remontando la garganta, por un paisaje salvaje, una amazonia con una humedad impresionante, una naturaleza virgen, frondosa y de una indómita belleza. Nos acercamos al torrente, al poco cruzamos el puente de Olhadubi (840 m) descendiendo el río por su margen derecha. A la media hora vamos ascendiendo dejando el río a nuestra izquierda hasta alcanzar el plano de Ardakhotchia, donde volvemos a tomar las marcas del gr 10. Cogemos a la derecha del camino ascendiendo por una cresta herbosa que luego se suaviza hasta llegar al cayolar de Saratzé, la lluvia es intensa, aunque paramos bajo ella para comer algo. A los quince minutos continuamos por una pista que se hace algo pesada pero en llano, así que Luis y Pepe se adelantan ya que en el llano es mi peor terreno.

Dejamos varios cayolar a izquierda y derecha del camino hasta el de Iguéloua y a 200 m de este cayolar tomamos un sendero en ascenso a mano izquierda. Tomamos la fuerte pendiente con tranquilidad hasta llegar al col de Anhau. Ha dejado de llover y hay menos nubes en el otro valle así que nos desprendemos del traje de agua, y nos ponemos en marcha descendiendo por una pista que vamos cortando repetidas veces por atajos hasta llegar al barranco de Kakoueta, acercándonos al borde de la garganta y continuando por un camino en descenso muy cerrado, que no deja entrar el sol hasta llegar a una pista asfaltada por la que seguimos un par de kilómetros, hasta abandonarla por un camino a la derecha que se dirige al Puente del Infierno, que cruzamos, alcanzando la carretera en 200 m.

La tomamos a la derecha, dirección Santa Engracia llegando enseguida al parking de entrada a la garganta de Kakoueta.








En el bar de recepción de visitantes hacemos un alto y tomamos una coca cola, y consultamos con la señora del bar si nos podría guardar las mochilas mientras visitamos la garganta, la señora muy amablemente nos dice que sí, así que aparcamos el equipaje y nos adentramos en la garganta. Son espectaculares.

En 1907 Edouard-Alfred Martel, espeleólogo, exploró por primera vez esta garganta, que tiene entre 30 y 350 m de profundidad. A los 20 minutos se cruza un túnel cavado en la roca llegando a una pasarela que va a media altura de la pared que a veces se estrecha de tal forma que parece que puedes tocar la pared de enfrente, llegando a una cascada que parte de la pared de la roca y que está sin explorar. Al final se llega a una gruta denominada la Cueva del Lago con sus estalactitas y estalagmitas correspondientes. Después de visitarla retornamos hasta el bar para recoger nuestro equipaje, hemos pagado 4 € para ver la garganta pero ha merecido la pena, después de un ligero descanso continuamos nuestra marcha por la carretera D-113 hasta Ste Engrace a unos 3,5 Km. Llegamos al gîte d’etape y nos instalamos, no está nada mal y hemos encontrado gente que durmió la noche anterior en Logibar. Hemos lavado ropa, nos hemos dado una buena ducha y nuestra cerveza correspondiente al final de etapa. Después hemos subido al comedor del bar del albergue, una casa de comidas donde nos han dado una cena de lujo, y aunque solo había cuatro mesas la gente del lugar se ha portado muy bien con nosotros, vascos muy vascos como los de Logibar. La cena estaba compuesta de una sopa de verduras y pollo asado con arroz blanco guisado con verduras y bacón, tomates asados y ensalada de lechuga y de postre el queso de brebis y un pastel de chocolate.

A las 22:30 nos metemos en la cama, no hay cobertura, así que no puedo llamar por teléfono. A las dos horas he tenido que coger el colchón y el saco de dormir y bajarme al comedor del albergue a dormir, pues era imposible con los ronquidos de Pepe, todo el mundo protestando y él tan feliz, como él dice, el problema es nuestro.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario