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martes, 10 de agosto de 2010

2ª etapa Olhette-Ainhoa

Día 14 de Septiembre de 2003 Domingo




Distancia: 20 Km

Ascenso acum.. 742 m.

Descenso acum.. 747 m.

Valoración 5,5





Nos hemos despertado a las 7:30 h. Y hemos ido a desayunar a la granja. Hemos tenido la compañía de Isabelle e Ives que han dormido en la granja, han pasado del gîte, y hemos tomado unas tostadas con mantequilla, mermelada y miel junto al café, aunque yo tomé un cola cao. A Mark lo hemos visto salir aproximadamente media hora antes que nosotros, los suizos no tienen prisa y saldrán detrás, además ellos se quedan antes que nosotros en Sare. Salimos sobre las 8:45 subiendo por un camino entre un bosque cubierto de helechos, que aún están en su mayoría verde y remontando la rivera del arroyo Larrougno, como hoy es domingo vemos bastante gente en nuestro camino subiendo hasta el collado Trois Fontaines, la subida es muy bonita a la izquierda dejamos los peraltes rocosos llamados Miramar. Al llegar al collado vemos que la mayoría de la gente sube hasta La Rhune, que es el pico más alto de la zona, aunque no alcanza los 1000 m. Se parte casi desde el nivel del mar. Es una subida interesante y porque existe un tren de cremallera que sube hasta arriba, la gente sube y desciende en el trencito. Hacemos un buen descanso, hemos alcanzado a Mark en el collado, pero al llegar nosotros, él a continuado el camino dirección a Sare. Comenzamos el descenso y atravesamos las vías del tren, como vemos que está descendiendo hacemos un alto para poder hacer algunas fotos, a la vez un periodista de País Basque magazine hace fotos para su revista, nos hace una junto al tren y nos dice que saldrá en el reportaje sobre el tren de La Rhune que se publicará en el segundo trimestre del año que viene. El descenso hasta Sare es por un valle muy bonito y al llegar al pueblo que está en fiestas encontramos de nuevo a Mark que ha perdido la señalización y se encuentra dando vueltas. Nos acoplamos los tres y nos tomamos unas cervezas en uno de los chiringuitos. Hay un gran ambiente y la gente escucha música vasca pues hay varios grupos de música y de baile típico regional vasco. Mark se marcha antes que nosotros, pues Pepe y yo decidimos descansar algo más, en el pueblo se esta bien, leemos la prensa mientras hacemos fotos acompañados de unas cervezas, además llevamos muy buena hora y nadie nos aprieta para llegar antes. La salida del pueblo es complicada, nos pasa como a Mark y tenemos que dar un par de vueltas al pueblo para dar con la salida. El gr 8 parte también de Sare y nos crea algunas dudas, pero ya estamos de nuevo en camino, un poco soso por cierto entre campos, pistas y carreteriles asfaltados, en continuo sube y baja, alcanzando el parking de la Venta Berouet, muy antigua y típica vasca en su decoración de muebles antiguos rústicos y muy oscuros que dan una sensación de oscuridad y un ambiente que si no es elegante se puede convertir en rancio. Tomamos una coca cola que nos sirven un par de vasos de una botella de plástico y por los que nos cobran dos euros por cada uno. Dejamos la venta saliendo por una carretera y con el mismo paisaje que hemos traído desde Sare hasta llegar a una piscifactoría desde donde tomamos un sendero muy bonito que nos lleva hasta la entrada de Ainoa, pequeño pueblo turístico con una calle principal con tiendas que venden productos típicos vascos, aquí todo es vasco, la cerveza el vaso y el posavasos, la mermelada, las casas, los muebles todo, absolutamente todo. En este pueblo no hay gîte d’etape así que teníamos buscado un hotel llamado Oppoca, pero está cerrado así que no sé que vamos a hacer. Al poco de estar en la puerta pensando que hacer, sale Mark del hotel, así que entramos, y aunque no hay recepción ni nada, hay un mueble con las llaves de las habitaciones, en la habitación número diez, hay una nota indicando que es nuestra habitación, la verdad que esta gente es muy confiada, da gusto. Nos duchamos u nos preparamos, quedamos con Mark y salimos a tomar una cerveza. En una hora muy determinada, cierran todo, bares y tiendas y nos quedamos si cenar, y eran las ocho de la tarde. Subimos a la habitación de Mark que tiene la numero 12 y cenamos de lo que llevamos, él lleva carne seca de vaca y con galletas, almendras y alguna barrita energética regadas con el Protos que nos sobró ayer y con el pacharán para la sobremesa. Cuando Mark se acuesta, Pepe y yo bajamos a ver el partido de la final de la Copa de Europa de baloncesto por la televisión del vestíbulo, desgraciadamente perdimos la final con Lituania así que nos fuimos a dormir.

 




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