Distancia: 21,5 km.
Ascenso total: 1.658 m.
Descenso total: 1.219 m.
Altura máxima: 2.441 m.
Altura mínima: 993 m.
Valoración: 9,5
Tiempo de marcha 8 h. 45 m.
El desayuno lo hemos hecho a las 7:00 conjuntamente con un par de franceses que han pernoctado aquí y que van haciendo el gr 10 en la misma dirección que nosotros, se trata de Jean y Henry, ambos están jubilados pero se les ve que son grandes amigos de las montañas, ellos vienen de Pau y terminarán el recorrido en Luchón, aunque no harán el tour por el Vignemale, sino que irán directamente desde Cauterets hasta Luz-St. Sauveur. En nuestra mesa también se encuentra un holandés que va haciendo el gr 10 hasta Arrens. El desayuno, flojito, aunque no tenía mucho apetito, todavía no hemos empezado a caminar en serio, espero que después de la superetapa de hoy lleguemos con hambre. Hemos partido los primeros, a las 7:35 ascendiendo por la carretera que viene del col del Portalet, girando a la izquierda a la altura de la Central eléctrica d’Artouste, cruzar al otro margen del río y retroceder ascendiendo ligeramente y dejando el río a la izquierda.
A los 10 minutos el sendero comienza a ascender en zigzag, hasta alcanzar una zona plana y muy arbolada, que poco después se convierte en pista y comienza a descender hasta ver el cartel que señaliza: la Corniche d’Alhas passaje vertiginuex, un estrecho camino en cornisa que contornea una pared vertical y que ayuda a la gente que padece algo de vértigo con un cable sujeto a la pared, que da confianza y seguridad, un bonito y espectacular paso.
Cruzamos la cornisa y descendemos hasta cruzar el arroyo por una pequeña presa sobre el Gave de Soussouéou, siguiendo la ribera derecha pero ascendiendo duramente entre el espeso bosque donde la humedad se multiplica reflejándose en nuestro cuerpo en forma de sudor. Aunque dura, la subida es bonita, entre grandes pinos y hayas.
Abandonamos el bosque y continuamos al este por la faja de Tune, llaneando, con bonitas vistas al sur, donde vemos el trazado del pequeño tren d’Artouste que circula a 2.000m. de altura y del precioso valle que se abre al sureste el Valle de Sousouéou, con una gran pradera donde el ganado pasta alegremente, también rompe nuestra agradable visión, los remontes que suben hasta la estación invernal d’Artouste.
Si miramos hacia atrás vemos las fajas de Cézy en el macizo de Sesques, entre otros. Poco a poco vamos girando dirección norte, oteando el paso por donde cruzamos: La Hourquette d’Arre, a su derecha el Gueogue d’Arre, que se emplaza como un vigilante que solo dejará paso a quien él dictamine. Ascendemos duramente por el camino de la antigua mina de cobre, cruzando algún arroyo, que para la sequía que tenemos lleva bastante agua, algún nevero y pequeños lagos nos acompañan hasta alcanzar una zona herbosa que se sube en zigzag.
Nuestros compañeros franceses y el holandés, van delante ascendiendo, y parando cada poco tiempo, descubriendo la dificultad de la dura ascensión. Al final de la zona herbosa, el terreno se convierte en roca suelta de pizarra que en invierno se convertirán en neveros y que nos llevará hasta el collado, que alcanzamos y donde se encuentran dos montañeros aragoneses que están haciendo algunas cimas de los alrededores.
Hacemos una parada acompañados por el amigo holandés, al que dejamos poco después para descender, ya que la niebla comienza a subir por el valle. En una cabaña próxima Jean y Henry han parado a comer, los saludamos y continuamos. Ya entre la niebla, llegamos hasta el Lac d’Anglás, con restos de una mina de hierro abandonada, descendiendo, se ven saltos de agua por todos lados, a pesar de la niebla que lo cubre todo, aunque a veces levanta para descubrir el paisaje. Pasamos a un matrimonio francés que baja del lago.
Al llegar al arroyo que baja desde el Lac d’Uzious, el descenso se suaviza y por su margen izquierda, alcanzamos, después de atravesar un pequeño bosque la ciudad de Gourette, una estación de deportes de invierno, rodeada de grandes picos como el Pic de la Latte de Bazten, el Pic de Ger o la Crete de Pène Sarrière. Cruzamos el pueblo para llegar al refugio del C.A.F. de Gourette, más bonito y cómodo que el de Gabas, solo nos queda esperar la cena después de una buena ducha, pues el cuerpo después de la etapa de hoy demanda una buena comida.
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