Distancia: 32,03 km.
Ascenso total: 1.516 m.
Descenso total: 1.569 m.
Altura máxima: 1.997 m.
Altura mínima: 542 m.
Valoración: 8
Tiempo de marcha X
Bonita salida del sol en el gîte d’Aunac, François ha preparado el desayuno en la mesa exterior, en el porche donde las vistas son maravillosas. Ho hemos encontrado ningún bar, ni tienda de provisiones ni nada en las etapas que llevamos, solamente los gîte d’ètapes son la solución a tanta falta de servicios, la zona es eminentemente rural a veces recuerda a Extremadura, pues la gente se dedica al ganado y a la agricultura.
Hemos pedido a François un poco de pan para almorzar pues imagino que hoy tampoco encontraremos nada por el camino para comprar, nos estamos apañando con las barritas energéticas, el bolo de mel que traje de Madeira y poco más. Descendemos hasta Aunac y por el valle de Coume-Chaude hasta el Pont de Salat y cruzar el río, antes hemos charlado con un ganadero que nos ha contado que los osos bajaron y mataron dos caballos y otro día se llevaron por delante diecisiete corderos, ellos no están de acuerdo con la repoblación del pirineo ariégeoises de osos procedentes de la antigua Yugoslavia, por todos lados ves pintadas de “osos no” o “peligro osos”, así que vamos un poco preocupados, la subida a la cabaña de Aula se hace por el valle en medio de un bosque repoblado con estos animales y la verdad es que no tenemos ni idea de lo que hacer en caso de encontrarnos con alguno.
Continuamos por la carretera hacia el sur hasta el Moulin Lauga donde volvemos a cruzar el río para comenzar el ascenso por una estrecha carretera siguiendo el valle de Estours y llegar por asfalto hasta la pequeña villa de Estours. El asfalto se termina y la pista se convierte en gravilla, cruzamos la rivera de Estours para seguir el arroyo por la rivera derecha hasta llegar a un aparcamiento donde confluyen las riveras de Estours y Arros.
A partir de aquí el camino se hace un sendero ascendiendo en medio del bosque de Fonta, esperando que en cualquier momento aparezca algún oso, buscando a cual de los árboles nos subiríamos en caso de que ocurriera. Dejamos a la izquierda la cabaña de Artigue donde adelantamos a una pareja de valencianos que son los primeros españoles que vemos este año por aquí. Dejamos una cascada a la izquierda y llegamos a una zona desarbolada donde pastan los caballos y donde aparece el impresionante Mont Valier a la derecha acompañado de los picos que cierran el circo: Pic de la Pale de la Clauère o Les Montagnoles.
Volvemos a zona arbolada, el bosque de Puech d’Aula que ascendemos a lazadas hasta alcanzar el circo y en medio la cabaña de Aula. Hacemos un merecido descanso entre los caballos que pastan a sus anchas, siempre vigilantes ante la llegada de algún oso y estudiando la subida en zigzag hasta llegar al collado situado a 2000 m, punto mas elevado del día.
Después de recuperar y de comer algo comenzamos el ascenso, con paso tranquilo pero sin pausa llegamos al collado en menos de una hora, hay un cruce de rutas en el alto con un cartel que nos sirve para tender ropa que aún se encuentra húmeda de haberla lavado ayer. Comenzamos el descenso por una zona herbosa para alcanzar enseguida el etang d’Arreau donde hay un refugio forestal cerrado.
Desde el lago hay una pista que desciende hasta el col de Pause en grandes lazadas, el gr 10 corta la pista en varias ocasiones para descender en línea recta y de forma vertiginosa. En un manantial rellenamos las cantimploras, dejamos una vaquería a la izquierda donde cogemos la pista los últimos metros antes de alcanzar el col de Pause. Descansamos sobre la hierba del collado, tomamos el sol junto a varios coches aparcados en él, desde donde parten excursiones hacia el etang d’Arreau y otros puntos. Descendemos por un sendero que sigue cortando las curvas de la pista de subida y que al final nos deja en una pista asfaltada y que pasa por grupos de edificaciones y explotaciones ganaderas como las granjes de Ribe du Prat.
Entre senderos y pistas y después de ver a una familia de jabalís, descendemos al arroyo de Angouls que cruzamos por un puente por donde transita la D-703 que seguimos hasta Couflens.
Descansamos en la población de los Cristos. Una joven que va en coche se detiene junto a nosotros, nos dice que es la dueña del gîte d’etape de Rouze y que por problemas de reuniones no había contado con la cena nuestra en el gîte, de todas formas, que algo de queso y alguna otra cosa tendríamos para comer, la verdad que fue un palo para nosotros por los problemas de avituallamiento que estábamos teniendo por el camino. Dejamos Couflens ascendiendo y siguiendo la rivera izquierda del arroyo de Rouze hasta alcanzar la granja de Rouze donde se encuentra el gîte.
Es una granja de cabras, la primera que vemos pues las demás son de ovejas o vacas. Un joven nos recibe, es el marido de la chica que conocimos en Couflens, le decimos que ya conocemos el problema de la cena, nos enseña el lugar y nos damos una ducha y descansamos, el hambre aprieta y no sabemos como se van a desarrollar los acontecimientos pues allí no llega nadie con algo de comer. Vemos mermelada en el frigorífico y le metemos mano al frasco de cristal con mermelada casera de albaricoque, menos es nada. A las 20:40 h. aproximadamente llega la chica con una bandeja con queso de cabra de la granja, unos tomates, una botella de vino y un gran pan, nos dice que en frigorífico hay huevos y que podemos hacer una tortilla, así que al final todo quedó bastante bien. Sobre las 22:30 horas nos metemos en la cama.
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