Distancia: 20,83 km.
Ascenso total: 2.173 m.
Descenso total: 1.228 m.
Altura máxima: 2.127 m.
Altura mínima: 1.177 m.
Valoración: 10
Tiempo de marcha 9 h.
Hemos desayunado a las 7:00 para salir a las 7:30, nos han dejado preparado el desayuno, pues era temprano para el camarero. Alan ha salido con nosotros, hemos comenzado ascendiendo suavemente hasta llegar a un punto donde existe una variante que cruza el arroyo, nosotros vamos por el camino tradicional, es decir, por la margen derecha del arroyo, aunque visto lo visto creo que lo mejor hubiera sido tomar la variante, ambas llegan al Circo de Ourtiga pero la variante es mejor camino y pasa por la Cabaña de Ourtiga que nosotros dejamos a la derecha.
Hacemos un alto en un circo muy redondeado y bonito, las vistas son geniales y se agradece la parada: De frente majestuoso el paso de el Couret de Esquierry nuestro paso fuerte de hoy.
Comenzamos el ascenso, muy despacio, pues las pendientes son muy pronunciadas en zigzag y sobre un espolón entre dos arroyos, casi en la cima llegamos a zonas herbosas que ascendemos suavemente hasta alcanzar el Couret de Esquierry a 2.130 m.. Hacemos una parada larga en el collado para comer. El descenso por el Val d’Esquierry es suave al principio, aunque se ve la profundidad del valle un poco mas adelante, entonces se acentúa la inclinación después de pasar por la Cabaña de Esquierry. Algunas parejas suben en dirección contraria desde las Granges d’Astau que es nuestro primer destino. Penetramos en un hayedo, donde la hoja ya está caduca, el otoño comienza aquí mucho antes. Dejamos el hayedo para entrar en un pinar, Juan y Alan se van quedando atrás en el fuerte descenso, la uña del pie de Juan va haciendo de las suyas, Ángel y yo bajamos a un ritmo mas fuerte, seguimos descendiendo a lazadas. Entre los árboles vemos la Granjas de Astau en el valle del mismo nombre con un gran parking lleno de coches, la gente viene a disfrutar del fin de semana y de un día soleado. Dejamos el pinar al llegar a una pared rocosa a la izquierda, ya estamos a campo abierto, los últimos doscientos metros de descenso los hacemos entre helechos frente a las Granjas. Cruzamos el río Oô por el puente de Astau para llegar a la carretera D-76 y por ella en 300 m. a las Granjas de Astau a 1.139 m.. Ángel yo nos sentamos en uno de los restaurantes a tomar una coca cola mientras divisamos frente a nosotros el duro descenso realizado. A los 30 minutos vemos aparecer a Juan y Alan por el helechal, poco después se sientan junto a nosotros en el bar. Tomamos unos frutos secos con las colas y poco después comenzamos el ascenso hacia el Lac d’Oô por una pista con gran cantidad de gente que sube y baja, en una hora alcanzamos el lago.
Al llega a la presa que embalsa el lago y ver el panorama que se nos presenta, nos quedamos alucinados por su belleza, para mí el mas bonito que he visto nunca, encajonado entre altas montañas, de frente una hermosa cascada que llena el lago, y a la derecha el refugio d’Oô al otro lado de la presa, la verdad que el paisaje es de fotografía. Bordeamos el lago por la izquierda, ascendiendo poco a poco, en una sombra nos sentamos a comer, contemplando esta maravilla, al finalizar la comida continuamos ascendiendo, ahora en lazadas, hasta alcanzar la parte alta de la cascada, penetramos en un pequeño valle hasta una roca denominada “el paquete de tabaco” donde el gr 10 gira 180ª a la izquierda, nosotros abandonamos el gr para seguir subiendo un poco mas alto, el punto mas alto del pequeño valle, y de nuevo otra maravilla, el Lac d’Espingo,
a la derecha el refugio de Espingo a la izquierda, una gran pradera donde pastan un gran rebaño de ovejas y una gran manada de caballos, de frente el Pic Perdiguero, fronterizo con España, mucho más bonito desde este lado, un camino sube un poco más hasta el refugio del Portillón situado en el lago de Saussat y punto de partida para las ascensiones a los tres miles de la zona el macizo occidental du Luchonnais.
Al llegar al refugio nos dicen que está completo, nosotros no tenemos problema pues tenemos reservado, pero Alan no tiene reserva, el guarda muy majo y habla español, le deja dormir en el comedor. Ha venido un grupo de senderismo de fin de semana, vienen cargado con botellas de vino y licor y creo que nos van a dar la noche. Hemos tenido una pequeña tormenta poco después de llegar, pero ya estábamos en el refugio. La cena a las 19:00 horas: una crema bastante rica, arroz blanco con un guiso de ternera y una compota de pera. Al final, no se han presentado tres personas y Alan ha podido coger una cama, y al lado de la nuestra, menos mal porque se avecinaba fiesta con los domingueros en el comedor por lo que le hubiera costado poder dormir. Escribo esto en el comedor en la sobremesa, ahora a dormir (si nos dejan).
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