Distancia: 16,12 km.
Ascenso total: 1.636 m.
Descenso total: 1.294 m.
Altura máxima: 1.904 m.
Altura mínima: 764 m.
Valoración: 7
Tiempo de marcha 8h. 20 m.
He dormido muy bien, a pesar de hacerlo en el suelo, nos hemos levantado a las 7:00 y hemos desayunado a las 7:30 h. en buena compañía como anoche, hemos pagado 20 € por la cena y el desayuno, el alojamiento es gratis, no esta mal. A las 8:40 h. hemos partido ascendiendo por un duro camino que cruza un par de veces la carretera D-124 que se dirige a Gesties a donde llegamos en 35 minutos, un trago de agua en la fuente de la plaza y proseguimos nuestro ascenso entre bojs y cerezos que dan unas cerezas muy pequeñas. Adelantamos a Michel y a su mujer y poco después al otro matrimonio francés.
Al pasar de los 1.200 m. de altura comienzan los bosques de avellanos que cambian la vegetación, el bosque es muy tupido y no deja pasar los rayos de sol de un magnifico día, la humedad en el interior del bosque es muy alta.
Abandonamos el bosque y por un helechal alcanzamos el col de Gamel. Hacemos una parada en una zona herbosa y muy humedecida por lo que no podemos sentarnos, poco después llegan los franceses.
Descansamos unos 20 minutos, Ángel come algo y partimos, los franceses van a prepararse un café, les decimos adiós para seguir ascendiendo, esta vez por la Créete de la Bède, al principio por bosque, pero enseguida llegamos a zonas desarboladas donde las ovejas pastan tranquilamente. Hay bastante barro de la lluvia de ayer, tenemos que tener cuidado de no resbalar en el ascenso.
La pendiente se suaviza antes de llegar al col de la Lène, donde vemos unas rocas que aprovechamos para sentarnos y descansar, y se suaviza más adelante ascendiendo por zona herbosa hasta alcanzar el Pla de Montcamp, punto más elevado de la etapa del día, este pico separa el valle de Vicdessos con el de Haute – Ariège.
Descendemos hasta el col de Sac donde hay una cabaña con un redil habitada por un pastor, Fabián, que nos invita a tomar un café, dejamos las mochilas y nos sentamos en la puerta de la cabaña. Fabián cuida 3000 ovejas repartidas en varios rebaños por la montaña, cuenta los problemas que tiene con los osos, el año pasado le mataron 90 ovejas, aunque el estado les paga 120 € por cada oveja matada por un oso. En un manantial cercano a la cabaña rellenamos las cantimploras, el calor y la humedad del ambiente han hecho que bebamos mas de lo normal, comemos algo con Fabián y partimos, él va hacia el col de Gamel para ver el rebaño que se encuentra por ese lugar, le hemos dicho que iban muchos buitres a la zona, debía de tener alguna res muerta.
En suave ascenso alcanzamos una pista, hay dos cabañas cercana: una es la de un vaquero, tiene una roulot y paneles solares, un poco mas abajo la cabaña de Courtal Martí muy bien acondicionada y límpia, Fabreze se encarga de las cabañas de la zona, esta tiene capacidad para tres personas comodamente. Seguimos descendiendo suavemente hacia el sur y a la altura de unas flechas indicadoras del gr 10 situadas junto a unas rocas, el sendero se inclina y desciende rápidamente y en zigzag hasta la derruida cabaña de Balledreyt, seguimos descendiendo hasta el arroyo de Balledreyt, lo cruzamos por una pasarela y alcanzamos el Jasse de Sirbal donde la vacas pacen en una hermosa pradera. Damos un pequeño rodeo para no molestarlas pues se encuentran en medio del camino, a partir de aquí comienza la dura subida hasta el col de Sirmont, salvando un desnivel de 350 m. por medio de un húmedo bosque hasta alcanzar las zonas herbosas del collado. Hacemos un nuevo descanso para reponer y relajar las piernas, ahora toca descender, al principio de forma suave en dirección sur hasta llegar a la rivera del Calvière donde hacemos un giro brusco de 180º para seguir el cauce del rió, a veces de forma muy pronunciada, serpenteando entre helechos hasta llegar a Port Orange en la zona de Coudènes, cruzamos la carretera D 520, después de seguirla unos metros a la derecha para salvar de nuevo el arroyo por un puente. Al cruzar el puente, un camino parte a la izquierda, un indicador marca 10 minutos a la cabaña de Clarans que se encuentra situada en una bonita pradera en la base de un pequeño cerro.
No hay nadie en ella, nos instalamos aunque no está en buenas condiciones, Fabreze ha avituallado la cabaña con latas, patés y otras necesidades, él le llama avituallamiento experimental, puedes usar lo que quieras y luego lo pagas en Siguer o en el refugio de Rulhe dependiendo de la dirección que lleves, estas historias no caben en España donde el primero dejaría la cabaña vacía. Nos aseamos un poco en un arroyo cercano y cenamos, hay poco que hacer aquí así que enseguida nos metemos en los sacos.
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